Rúcula
Rúcula (Diplotaxis tenuifolia) es una hierba perennede la familia Brassicaceae de plantas con floración de cruz. También llamada arrúgula, roqueta, jazamango, flor amarilla. Esta hierba es del origen del oeste asiático, ahora se cultiva en Europa meridional, también en Egipto, Sudán. Requiere de pocos cuidados, no necesita mucha agua y aguanta bien el calor. Las hojas de rúcula se recolectan para la alimentación humana, especialmente para ensaladas. Ya los romanos la recolectaban como hierba sivestre para preparar ensaladas. En España se la cultiva desde el final de invierno hasta el final de la primavera, al aire libre. Rúcula ha pasado de ser una mala hierba a una planta de la cocina internacional.
COSTO VIRTUALMENTE CERO PARA CONVERTIR UNA MALEZA EN UN FORRAJE Flor amarilla: ¿de odiada a amada?
Los ensayos se iniciaron hace menos de un año, pero los primeros resultados son auspiciosos. Al no existir bibliografía en el mundo sobre el consumo por parte de bovinos, fortalezas y debilidades comparten el mismo espacio de una crucífera vital en las ensaladas de los europeos.
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Natural, salvaje, perenne y, sin que se invierta nada, se ofrece con muy buena calidad. Tales son las condiciones que, hoy, exhibe la flor amarilla como forraje alternativo.
El ingeniero agrónomo (M.Sc.) Aníbal Fernández Mayer, del área de Nutrición Animal del INTA Bordenave, fue quien se interesó en hacer los primeros ensayos con la maleza, a partir de consultas de productores que requerían precisiones sobre su viabilidad. Desde entonces, no para de sorprenderse.
"Esto surge a partir de observar todos los fenómenos que suceden en medio de una sequía terrible", señaló.
Así, en diciembre del año pasado comenzó un trabajo manual en la Estación Experimental de Bordenave.
"Hicimos un corte y dejamos el forraje cortado en un galpón para que se secase. Dos temas me interesaban: saber si los animales consumían la flor amarilla seca y cuál era la calidad de ese pasto", contó Fernández Mayer.
"El análisis bromatológico fue excelente, con mucha calidad, pero lo más importante fue que comieron normalmente en el corral", sostuvo.
"Ahí nos dimos cuenta de que estábamos en presencia de un forraje que podía impactar muchísimo en los sistemas regionales", admitió.
Las charlas con los productores se sucedieron.
"Siempre tengo la cautela de no generar grandes expectativas. Lo tuve más en claro después de consultar en Internet y con colegas, y llegué a la conclusión de que no existe ningún antecedente respecto de alimentación de flor amarilla para ganado vacuno", comentó.
Arribó también a otras precisiones.
"Es originaria de Europa. En realidad, creía que era de nuestra región. Y no sólo eso: en varios países, como Italia, la gente la consume fresca como parte importante de la ensalada. Ahí empecé a entender su calidad", manifestó, para agregar que es prima hermana de la rúcula, del nabo y de la colza.
Otra comparación está en la hoja, donde se encuentran los principales nutrientes. Antes de llegar a Bordenave, Fernández Mayer trabajó en La Serenísima, en Córdoba, así como fue asesor de un grupo CREA tambero donde se desenvolvió con variados cultivos.
"Me manejé mucho en alfalfas; entonces había mucha en el sur cordobés. Y ahora advierto que la calidad de la flor amarilla es parecida o superior a una alfalfa pura", explicó.
De las evaluaciones realizadas con las plantas de flor amarilla seca, pero manteniendo su conexión con la raíz --lo que se conoce como "cultivo diferido" al otoño-invierno-- se observó que el consumo no era total. Tiene entre un 30 y un 50% de aceptación por las vacas, hecho que aumenta al 100% cuando la planta se presenta sin humedad, o sea cortada y dejada secar en el potrero.
Tras los análisis, se determinó que existía una diferencia significativa en la calidad de las diferentes formas o alternativas de ofrecer este forraje.
"La clave está en el manejo", aseguró. "Es importante utilizar las enfardadoras, las mismas que muchos productores tienen en desuso en algún galpón. La enfardadora golpea menos al pasto, mientras que la enrrolladora, como lo gira, es muy agresiva y la hoja se desprende con facilidad", explicó.
"A pesar de ello, se puede usar perfectamente la enrrolladora para juntar y guardar este forraje una vez seco. Es más, la mayoría de los trabajos que estamos realizando en la región son con rollos de flor amarilla", sostuvo.
"Nada es excluyente --aclaró--. Si un productor dice que no tiene dinero para hacer un rollo o un fardo, sabe que lo puede cortar y lo puede dejar comer en directo, pero también debe saber que esa calidad acaso sea un 40 o 50% menor si no lo transforma".
Otro detalle a tener en cuenta es la presentación, donde la crucífera seca se asemeja a los tallarines.
"Si a esos animales les damos rastrojos de maíz o de sorgo, se trata de `troncos' de entre 4 y 5 puntos de proteína, pero el fardo de flor amarilla, aun sin calidad extrema, contuvo de 9 a 10 puntos en un establecimiento ganadero de Adolfo Alsina", mencionó.
"Nosotros alternamos, en casi el 50 por ciento, con alimento balanceado", dijo el tambero carhuense Oscar Rodríguez, titular de Don Francisco, del paraje La Porota.
"Lo comen los terneros que están en la crianza artificial, de entre 45 y 120 kilos. De todos modos, hoy (por ayer) me quedé sin cebada de maltería y por dos días se alimentarán sólo con flor amarilla", destacó, para agregar que está por demás conforme y sorprendido con la respuesta de los animales a la alternativa.
La Diplotaxis tenuifolia tiene un crecimiento que se inicia, aproximadamente, en octubre y se extiende hasta marzo inclusive. La campaña se prolongó hasta abril porque las heladas llegaron más tarde.
"Un cálculo rápido nos permitió concluir que, en un lote bajo con mucha flor amarilla, se pueden sacar 2 o 3 rollos por hectárea y por corte. En un campo de Villa Iris se obtuvieron 40 fardos (más o menos 2,5 rollos); esto, en un solo corte y tarde, porque fue en marzo", indicó.
"En un lote bueno, en el rebrote de octubre pueden lograrse de 30 a 40 fardos por hectárea; es decir, entre 600 y 700 kilos de materia seca. Si entre cortes estimamos un promedio de 30 a 45 días, desde octubre hasta marzo se puede lograr una producción de 3.600 a 4.000 kilos de materia seca por hectárea por año, a lo que sólo debe sumarse el costo de hacer el rollo: entre 40 y 50 pesos", detalló.
A modo comparativo, Fernández Mayer comentó que en esta región no son muchos los cultivos que pueden lograr 4.000 kilos de materia seca por hectárea. En general, cuando ayudan las lluvias del verano, están los sorgos, los maíces y el mijo o la moha.
"En el invierno se puede obtener esa producción por hectárea en aquellos verdeos de invierno muy buenos. En la gran mayoría de los cultivos, por ejemplo las pasturas, los forrajes están por debajo de esos rindes", argumentó.
"Pero acá estamos frente a una maleza, de un yuyo, que es natural y crece solo y, además, con mucha calidad nutricional. Esto da vuelta el escenario: ya no se habla sólo de volumen, sino de una calidad que muy pocas especies tienen".
"A los productores ganaderos, ya sea de carne o de leche, les digo que no miren a la flor amarilla para matarla, sino con otros ojos de ganaderos para manejarla de la mejor manera posible", concluyó Fernández Mayer.
Lluvia vs. sequía
"Mucha gente me dice que la flor amarilla aparece ahora porque hay sequía. Pero hay que decir algo que, precisamente, no es lo que la gente quiere escuchar: esta sequía es normal", aseguró el ingeniero Fernández Mayer.
"Tenemos estudios en Bordenave que indican que de cada 10 años, 7 u 8 son secos. Ahora, nos hemos confundido porque en las décadas del 80 y del 90 llovió por encima de la media, pero insisto: el clima nuestro es el actual", dijo.
"Cuando hay precipitaciones más allá de lo normal, es probable que el resto de los pastos, como la avena, la cebada y el trigo, crezcan y tapen a la flor amarilla, pero no porque la maten, sino porque estarán en mayor competencia. La humedad no le hace mal; incluso, ni hablar si se la pudiera fertilizar", expresó.
Fernández Mayer sostuvo que la gran diferencia y gran ventaja de la flor amarilla es que, aun con una sequía como la presente, a los 30-40 días de ser cortada ya está lista para enfrentar otro proceso.
"Posee un sistema radicular muy potente, que se las ingenia para conseguir humedad de todos lados. Esa es una de las razones de este resultado", contó.
Sensaciones
"Es muy valioso escuchar al productor. Por caso, Oscar Rodríguez, con tambo en Carhué, me comentó que los terneros que se alimentan con flor amarilla están muy lindos. Es cierto que es subjetivo, pero lo está diciendo alguien con muchas décadas en la actividad". (Textual del ingeniero agrónomo Fernández Mayer).
"La flor amarilla es el mayor enemigo que tienen los campos"
"Se la conoce por tres nombres --flor amarilla, mostacilla o yuyo hediondo--; tres nombres distintos y un mismo y fatal destino: destruir cuanta planta exista en derredor. Las mata por inanición; les quita el elemento vital de subsistencia --los alimentos-- y tiene un alto poder de propagación. En suma, la flor amarilla es el mayor enemigo que hoy tienen los campos del sudoeste de Buenos Aires, de La Pampa y de Río Negro".
Así describió el periodista Salvador Fernández, en el suplemento Con el Campo de "La Nueva Provincia" del 7 de marzo de 1981, la presencia de la crucífera en una extensión de 6.000.000 de hectáreas en nuestra región.
Su aparición se debió a haber sido introducida por un agricultor de la zona de Darregueira, que la importó de Italia para probarla con fines melíferos. Desde allí comenzó la rápida expansión al encontrar favorables condiciones agroclimáticas en el sudoeste bonaerense y el sudeste pampeano.
"Sus características de perennidad y su facilidad de propagación vía sexual (semilla) o vegetativa (raíces estoloníferas), unida a la circunstancia de su falta de palatabilidad (no es grata al paladar), que la torna inapropiada para el ganado, han influido decisivamente en su constante multiplicación", comentó el 3 de mayo de 1980 el ingeniero Roberto O. Leiboff, también en LNP.
El especialista, que entonces presidía la Comisión de Lucha Contra las Plagas del partido de Bahía Blanca, hizo otras consideraciones.
"Otra consecuencia de su proliferación es el empobrecimiento del suelo en humedad y nutrientes, debido a las características vegetativas de sus plantas que, a través de su poderoso sistema radicular, compiten fuertemente con otras especies en la búsqueda del agua y extracción de los macro y microelementos del suelo que necesita para su alimentación.
"Esto se observa en períodos de sequía, como el acontecido en el verano 1979/80, en que se notó un abundante desarrollo de la maleza, que pobló de color amarillo los campos y los caminos, en tanto sufrían notablemente la falta de humedad las plantas cultivadas y las especies útiles de los campos naturales", precisó Leiboff.
Lo cierto es que varios de los distritos afectados debieron articular acciones, en conjunto con los organismos provinciales y nacionales, para desterrar al yuyo bajo el paraguas de la Comisión Regional de Lucha Contra la Flor Amarilla.
"Los perjuicios que las diversas plagas de la agricultura causan a la producción son tan elevados que justifican, con largueza, las campañas que se efectúan para su eliminación. La flor amarilla es, en la zona de influencia de Bahía Blanca, probablemente la de consecuencias más perniciosas para el campo", se comentó, el 28 de mayo de 1981, en un editorial de "La Nueva Provincia".
Ya en 1957, la maleza había sido declarada plaga nacional.
Los años sucesivos, de mayor productividad de los cultivos principales con regímenes de lluvia mayores a las medias, conspiraron con el desarrollo de la flor amarilla... Hasta esta seca en que la región está inmersa.
Diplotaxis tenuifolia, de la familia de las crucíferas
La flor amarilla o rúcula (Diplotaxis tenuifolia) es una hierba perenne, silvestre y de la familia Brassicaceae.
Se trata de una hierba perenne de olor desagradable, hojas de forma muy variable, flores amarillas, en racimos terminales, sobre tallos más altos que las hojas y frutos dehiscentes que semejan pequeñas vainas con numerosas semillas.
Es originaria del Viejo Mundo y fue introducida en la región pampeana como planta melífera, pero se ha difundido haciéndose una de las especies invasoras más abundantes. En la zona tiene un largo período de floración desde fines del invierno hasta bien entrado el otoño.
La planta crece entre 20 y 80 centímetros de altura y tiene tallos muy ramificados, cada rama con 3 a 6 hojas lobuladas de formas variadas.
La floración ocurre en racimos terminales; las flores son de color amarillo con cuatro pétalos en cruz, cada uno de 8 a 15 milímetros de longitud.
Los frutos son pequeñas vainas de 2 a 4 milímetros de ancho, por 3 a 6 mm. de longitud, más un apéndice de 2 mm., con numerosas semillas en su interior. Prefiere los suelos moderadamente nitrogenados, básicos, sueltos y arenosos.
Las hojas se recolectan para la alimentación humana, especialmente en ensaladas, bajo el nombre de rúcula.
En nuestra zona crecen espontáneamente varias otras especies de la misma familia, conocidas popularmente como mostacillas o nabos, que son también malezas introducidas desde otros continentes. Las especies indígenas, por el contrario, son mucho menos conspicuas en el área.
La flor amarilla es pariente de la colza y de la familia se llama Braccicas , como el nabo y la rúcula, por ejemplo.
Guillermo Rueda/"La Nueva Provincia"
Rúcula, de mala hierba a vegetal de lujo
Es una planta con cualidades antianémicas que mejora el tránsito intestinal y favorece la digestión
La rúcula pertenece a la familia de las coles. Es una planta silvestre muy común, conocida en nuestro país con el nombre de "oruga". Es originaria de la cuenca del Mediterráneo y de Asia occidental. Crece en abundancia en los bordes de los caminos y en los solares próximos a las ciudades o núcleos urbanos. Con los romanos la rúcula se recolectaba para su consumo, una costumbre que se ha recuperado. Considerada hasta hace poco una mala hierba, en la actualidad goza de fama internacional en la alta cocina.
- Última actualización: 4 de octubre de 2009
- Imagen: Emi Yañez -
Planta silvestre y de cultivo
En la década de los noventa, se inició el cultivo de rúcula a gran escala, en espacios de exterior e invernaderos. Es habitual en la gastronomía de países como Italia, Francia (en el sur) y Grecia. En Italia se cultiva todo el año, mientras que en España crece desde el final del invierno hasta que termina la primavera, sobre todo en exterior. Esta planta requiere pocos cuidados y aguanta muy bien el calor, por lo que se puede cultivar en pequeñas macetas.
Se distinguen dos variedades de rúcula. Ambas comparten semejanza con los berros y la forma redondeada de las hojas, pero se diferencian por el aspecto de éstas y la intensidad de sabor. La ruqueta "Diplotaxis tenuifolia", "Diplotaxis muralis", conocida con el nombre común de "jaramago", está formada por unas hojas lanceoladas y un sabor amargo con un toque picante, de menor intensidad que el de la rúcula.
Hierba digestiva
La vitamina C aumenta la absorción del hierro, dos componentes de la rúcula
El análisis bromatológico de la rúcula muestra una cantidad considerable de vitamina C, beta-caroteno o pro-vitamina A, y minerales como el magnesio, el potasio y el hierro. La combinación de hierro y vitamina C favorece que sea un vegetal con cualidades antianémicas, ya que la vitamina C aumenta la absorción del hierro no hemo, propio de los vegetales.
En su composición se distingue una cantidad apreciable de fibra, que mejora el tránsito intestinal. Su característico sabor favorece también la digestión. Las sustancias amargas de la rúcula estimulan las secreciones digestivas.
Pese a estas propiedades, es una planta poco habitual en la gastronomía española, que se consume en cantidades pequeñas, en momentos concretos y, en general, como elemento decorativo. Su valor nutricional apenas tiene trascendencia.
EN ENSALADA Y ALGO MÁS
En Italia la rúcula es un condimento típico que se añade a las pizzas después de ser horneadas. Es común en la gastronomía de este país la receta de "pesto de rúcula", una salsa variante de la popular salsa al pesto tradicional, que mezcla un manojo de rúcula, tres cuartos de cucharita de sal marina gruesa (o de sal kosher, sin refinar y sin aditivos, gruesa o en escamas), un chorro de aceite de oliva virgen extra y pimienta recién molida.
En los segundos platos, esta hierba se usa como ingrediente en preparaciones de carne y pescado crudos, como los carpaccios. La rúcula es muy apreciada en platos calientes de pasta y arroz. Algunas sugerencias de ensaladas son las de rúcula con vinagreta de nueces y pasas, con germinados de lombarda, con anchoas y parmesano, mezclada con macarrones, de temporada como la de rúcula con nectarinas, piñones y vinagreta de miel, y con tomates confitados.
1 comentario:
Hola compañero internauna. Primero es felicitarte por el blog que tienes. En estas fechas tengo mucho tiempo libre y me dedico ha ver los blog de mis compañeros internautas, y ya de camino a invitarles a vistitar mi blog. Mi blog esta dedicado a la fauna española, su gran diversidad de hábitas, su gran cantidad de mamíferos, aves, reptiles, anfíbios, especies marinas,...
Fauna Española - Spanish Fauna
http://spanishfauna.blogspot.com
Adios amigos y Feliz Navidad
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